Una línea de comunicación para un momento particular también puede incluir un nombre específico. En este caso, consiste en una combinación simple de la verbalización del sustantivo «Nadal», que le aporta acción y dinamismo al convertirse en «Nadalear».
Apoyado por un gráfico colorido que da protagonismo a la acción verbal, es un ejemplo de cómo la simplicidad es una buena forma de difundir ideas agradables.