En ese año tuvo lugar en Pontevedra el Campeonato de Europa de Piragüismo en aguas tranquilas, que tuvo lugar a orillas del río Lérez. Fue el momento de desarrollar una acción que generase interés entre la población local y brindase a los participantes un ambiente agradable.
Se desarrolló una campaña global, que abarcó desde la decoración del espacio deportivo hasta los eventos de protocolo, pasando por el material fungible del evento o la publicidad urbana.